En la parte final de su discurso por los 199 años de independencia de Bolivia, el jefe de Estado propuso un referéndum para que la ciudadanía decida sobre la subvención a los combustibles, la distribución de escaños y la reelección presidencial.
David Ovando y Marcelo Blanco
Una lectura adversa generó entre un grupo de especialistas la propuesta que hizo el presidente Luis Arce Catacora de desarrollar un referéndum para que la ciudadanía decida sobre tres asuntos cruciales para la estabilidad económica, política y social del país: la subvención a los hidrocarburos, la redistribución de escaños y la reelección continua o discontinua del presidente y vicepresidente de Bolivia.
El anuncio fue hecho al término de su discurso a propósito del 6 de Agosto (ver minuto 1:37:27) y en momentos en que una económica afecta al país por la falta de dólares, la elevación de los precios en los mercados y la escasez de combustibles.
Subvención a los hidrocarburos
Desde 2004, el precio de los combustibles está subvencionado en Bolivia, una política asumida por el gobierno de turno con el propósito de evitar que la gente sienta los efectos de la inflación.
A finales de 2010, el entonces presidente Evo Morales trató de eliminar la subvención al diésel y la gasolina, pero a los días tuvo que recular por la presión social.
Hoy, el tema se discute nuevamente en las esferas del poder y entre los analistas, con posiciones encontradas sobre la pertinencia o no de tomar una decisión al respecto.
El 2023, el Gobierno destinó un total de Bs 12.678 millones a la subvención, una cifra alarmante considerando que lo proyectado en el Presupuesto General del Estado (PGE) era de Bs 7.642 millones. Es decir, se gastó 66% más de lo estimado.
Según el sitio especializado en temas de hidrocarburos Global Petrol Prices, el precio de la gasolina en Bolivia es uno de los más baratos del mundo.
En las últimas semanas, el país siente los efectos de la escasez de diésel y gasolina, lo que ha desatando dudas sobre la pertinencia de mantener o no la subvención. En ese contexto, Arce planteó que sea la ciudadanía la que decida sobre futuro del precio de los hidrocarburos.
Al respecto, el exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos afirmó que lo que Bolivia necesita es un cambio del modelo económico y que se asuman medidas contundentes para atraer inversiones directas en segmentos como el litio, la minería, los hidrocarburos y el turismo, entre otros.
«El referendo no resuelve nada. Está a destiempo y nos va a costar mucha plata. No tiene sentido, es un absurdo, (Arce) solo está queriendo ganar tiempo y después le va a pasar la posta a la ciudadanía. Ellos (las autoridades de gobierno) tienen que definir, están en un momento crítico. Hasta que haya un referendo nos vamos a matar por un litro de diésel», opinó.
Ríos propuso desburocratizar y evitar toda «tramitología» para que sean los privados quienes importen combustible para autoconsumo. «Ese es el primer paso que debemos dar de forma urgente para que YPFB no nos desabastezca», indicó.
Por su parte, el analista en temas económicos Joshua Bellott consideró que un referéndum de este tipo busca dejar en manos de la ciudadanía una decisión crucial. «El presidente nos está diciendo que se va a seguir subsidiando la gasolina y se va a vender gasolina más cara con mayor octanaje a precio internacional. Hasta aquí, hay una retirada parcial de la subvención, pero se va a preguntar a la gente si quiere retirar esa subvención».
El analista cuestionó el resultado que pudiera salir de un referendo de este tipo, ya que a la población jamás le convendría que suba de precio. «Obviamente, a cualquier gobierno le conviene retirar la subvención, en cambio, a la sociedad no le conviene que le retiren la subvención, es un absurdo», señaló Bellott.
Acotó que la única manera de que la población este dispuesta a que se retiren la subvención es que el Ejecutivo no logre resolver el problema de desabastecimiento de gasolina y diésel.
«Parece que el gobierno está dispuesto a mantener hasta enero el desabastecimiento (fecha tentativa para el posible referéndum) para que la gente, por su propia cuenta, pida retirar la subvención a los hidrocarburos», agregó.
En criterio de Bellott, el gobierno busca lavarse las manos para no tener que tomar una decisión difícil como esta y trasladarla a la población. «Obviamente, la gente no va a querer levantar la subvención. ¿Quién quiere gasolina más cara? Nadie», cuestionó.
Los escaños parlamentarios con mira a los resultados del Censo 2024
La segunda propuesta de Arce es lanzar una preguntar relacionada al artículo 146 de la Constitución Política del Estado y a la distribución de escaños, esto en el marco de los resultados del Censo de Población y Vivienda 2024, que deben ser publicados a finales de agosto. Arce no aclaró específicamente cómo sería la pregunta, pero destacó que lo que se busca es «evitar que (los resultados) sean utilizados como instrumento político».
El artículo 146 de la CPE establece cómo está conformada la Cámara de Diputados y la distribución de representantes por población y extensión territorial; datos que serán actualizados con los resultados del Censo 2024.
Para los analistas políticos Rolando Schrupp y Marcelo Silva, Arce busca evitar que se asignen más escaños en el Legislativo al departamento de Santa Cruz y que estos se mantengan en la región occidental.
Schrupp destacó que el mandatario habla de una polarización con la finalidad de manipular emocionalmente a la población votante. «No tiene problema en profundizar las brechas regionales y las injusticias para capitalizar el voto de lo que él cree que es su electorado cautivo, concentrado alrededor de plaza Murillo», dijo.
Mientras que Silva aseguró que Arce busca evitarse problemas a futuro con Santa Cruz, ya que es un departamento que se ha mostrado opositor a su mandato.
«Yo creo que va a ser muy difícil por temas electorales que Arce llegue a tener conflictos con La Paz, Oruro y Potosí, departamentos que probablemente pierdan escaños. Pero, al mantener los escaños y no dárselos a Santa Cruz, Santa Cruz podría presentar una gran conflictividad regional», analizó.
Silva consideró que, al ver una «debilidad endémica» en su gobierno, Arce es consciente de que al conocerse los resultados del censo podría tener una «bomba de tiempo al momento de hacer una redistribución de los escaños».
La reelección continua y discontinua del presidente de Bolivia
El tercer punto que el presidente Arce pretende que se resuelta en un referéndum es el referido a la reelección de presidente y el vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia. En sus palabras: «Para que los actores políticos no vuelvan a afectar la estabilidad y economía de las familias bolivianas, es importante precisar el carácter de la reelección estipulada en el artículo 168 de nuestra Constitución Política del Estado».
Dicho artículo señala lo siguiente:
En criterio de los analistas, con esta propuesta Arce busca librarse del conflicto que lo enfrenta al expresidente Evo Morales, quien busca ser candidato presidencial por el Movimiento Al Socialismo (MAS) para las próximas elecciones generales en 2025.
Para Schrupp «Arce se quiere lavar las manos sobre el articulo 168, a pesar de existir una Sentencia Constitucional (1010/2023) que ya lo tiene como materia juzgada y sometido a control de convencionalidad y de cumplimiento obligatorio».
En esa misma línea, Silva consideró que el presidente busca eliminar el problema que le ha representado en su mandato el líder del MAS. «El fantasma de Morales ha sido el problema político más fuerte que ha tenido el gobierno de Arce y también, al parecer, como no pudo resolverlo está pidiendo que sea la ciudadanía, la gente la que resuelva el problema de Morales».
Al poco tiempo del inicio de la presente gestión de gobierno, el oficialismo comenzó a dar señales de una dislocación interna, al punto que ahora dos facciones —los llamados «arcistas» y «evistas»— se enfrentan abiertamente en diversos escenarios de la política.
La crisis del Poder Judicial y la retardación de la elección de los magistrados es uno de los efectos de la aparente ruptura. En su último día de mandato legal y antes de prorrogarse, los magistrados anularon la resolución que establecía que la reelección era un derecho humano, tal como había apelado Evo Morales para repostularse en los comicios de 2019.
Por ahora, el proceso de las judiciales avanza lentamente en la Asamblea, en medio de denuncias de favoritismo a algunos postulantes.
Es en ese contexto que los cuatro analistas califican la propuesta de Luis Arce como una medida que le permitiría ganar tiempo y «lavarse las manos» para que sea la gente la que tome la responsabilidad de decidir sobre problemáticas que no logró gestionar.